Renoir. Almuerzo de los remeros. 1880- 81
El leve sonido del vino en el cristal recuerda buenos momentos del pasado. Es un vino burbujeante y sus burbujas cosquillean tu garganta; brindas alegremente.
De nuevo se escancia el vino sobre la copa. Esta ceremonia representa el sabor de lo mejor de la vida.
Imagina que la copa condiciona el modo en que te encuentras. Si es menuda la duda de tus pensamientos es pequeña. Si es de cabida grande la duda se sobrevalora. Por eso bebe el vino sorbo a sorbo, poco a poco, para que no te sacie.
No te apures porque caiga una gota sobre el mantel. No es posible controlarlo todo. Una lágrima en un brindis puede caer sin que nadie
se sorprenda.
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