miércoles, 25 de julio de 2012

· Roja sangre, rojo sol


El rojo tiñe la sangre que camina con fuerza por entre las carnes. Amanece y el sol acaricia las manos que esconden el fuego del desenfreno, haciendo escaramuzas a lo largo del día. Llega el atardecer y la llama se mantiene encendida, eclipsando al horizonte con las llagas del crepúsculo. 

Cierro los ojos y espero el sueño sonrosado a la luz de la lámpara, que languidece mi vigilia con el trémulo parpadeo de mis ojos, y pienso: el rojo pinta la sangre que adormila ante el rojo sol.

2 comentarios:

María dijo...

Me recuerda mucho a la canción de Pastora en la que se dice "con lo bien que se está tumbá en la terraza...", me relaja. No dejes de escribir, cuñá. BSS!

Locuaz dijo...

María ¿quien es Pastora?...

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