Melodías de sandía fresca y ciruelas
dulces tengo para mis oídos; sol de sabores salados y brillante sal
para mis manos; sábanas de aroma limpio y ligera camisola para mi
boca; alegría contagiosa y vibrante gentileza para mi olfato...tengo
todo lo que quiero para que el aire corra fresco en esta casa, que no
se cómo han trastocado mis palabras y mis sentidos: un hechizo de
ilusión las convierte en afortunadas, porque aún así se entiende
que el verano ha llegado.
Pero, tú, evanescente luna , tú,
fruta inmadura, y tú también, húmeda ropa...y tú, tristeza ¿Qué
más podéis pedir al sol del estío, foco de vuestras añoranzas?
Apesadumbrado está de no poder prometer con premura y al momento
vuestros sueños, mas sonreíd, pues por tamaños desvaríos también
se cumplen las ilusiones.
3 comentarios:
Un canto a lo bueno que tiene la estación en la que estamos.
Me ha conseguido transmitir las sensaciones más agradables asociadas al verano, haciéndome más soportable y llevadero el rigor de éstas calores.
Pero también al final me ha sugerido un fresco alegórico al modo de las representaciones que los grandes pintores barrocos hacían sobre las debilidades y bondades del ser humano, encarnándolas en personajes de la mitología.
Un canto: un encanto.
Menos mal que aquí, en nuestra Andalucía, el sol no falta. Tengo recuerdos de fruta insípida y ropa enmohecida en tierras cántabras. Un besote y cuida mucho de Hugote!!
Bonita pincelada de frescura natural que invita a buscar estas delicias en cualquier sitio donde te encuentres.
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