sábado, 25 de diciembre de 2010

· Una historia de Amor eterno

Como tú estoy presente. No nací como tú, ni hablé como tú, ni anduve como tú ... pero estás aquí, como yo también lo estoy. Tu Padre es mi Padre y tu Madre la mía. Compartimos familia: más de mil hermanos. Suenan las campanas de las doce de la noche de un invierno frío y naces de nuevo en mi caliente corazón. Una vela encendida: un Destino, tu destino, mi destino; un Camino por recorrer; Verdades como puños, sin hacer uso de ellos para demostrarlas... una historia de Amor, por los siglos de los siglos...
La Natividad de Federico Barocci
El nacimiento de Cristo (Murillo)

4 comentarios:

Locuaz dijo...

Se sea creyente o no, las circunstancias humildes en el nacimiento de Jesús es un ejemplo para todos. Una humildad que será base y clave para su andadura como hombre.

José Manuel Guerrero C. dijo...

Una deliciosa y bella entrada.
El texto (justo de palabras y francamente enternecedor), las pinturas (bella y misteriosa la virgen María de Barocci, pintor del que desconocía su existencia), la soberbia música del maestro compositor y virtuoso del violín Corelli…

Leo, releo, estudio, me empapo como nunca en estos días de la Biblia. Esta semana toca de nuevo San Mateo.
La enésima lectura del primer evangelista, quizás, el evangelio más trascendental de los cuatros, el más sobrenatural a la par que el más cercano, teñido de esa cercanía humana que se presiente más que se palpa...

Es posible que sea el evangelio donde más habla directamente Cristo.
Llega un momento determinado, que lo sientes, sientes su divina persona que hace acto de presencia bajo el peso de la Palabra.
Su divino susurro que empuja las velas con la ayuda de las trompetas de los ángeles ceriferarios y mantiene la nave a flote.

Locuaz dijo...

Qué serena y profunda reflexión sobre la forma en que nos narra a Jesús, Mateo. El hombre que se desenvuelve de forma sencilla con tan inmensa misión a cuestas, calando con su humildad y rectitud en los espíritus más puros. Predicando con el ejemplo. La palabra y por extensión los rasgos más humanos de Cristo se entrevén con más claridad en éste evangelio como bien dices: “el evangelio más trascendental de los cuatros, el más sobrenatural a la par que el más cercano, teñido de esa cercanía humana que se presiente más que se palpa...” no lo puedo igualar amigo.

Abrazos y espero que estéis repuestos por completo.

Regla dijo...

Esta entrada es muy bella, y lo cierto es que, como dijo, válida para cualquiera que nazca, vaya a nacer, haya nacido o esté naciendo a lo largo de los siglos.

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