domingo, 29 de agosto de 2010

· Mahler y la Muerte en Venecia

Gustav Mahler
Esta música ligada ya a la película de Visconti, como "As Time Goes By" a Casablanca, nos evoca lo inasible, la pérdida constante. La vida que se escapa en una góndola hacia el ocaso irremisiblemente... Pero creo que no; si acaso un matiz de la misma. La grandeza de esta música, si acaso al nivel de la novela de Tomas Mann, aunque no puedo dejar de asociarla con esa imagen de un Dick Bogarde sobre-maquillado, para paliar los estragos de su enfermedad degenerativa; algo patético en el papel del compositor, poniéndose en evidencia y en ridículo (no tiene nada que perder), corriendo con el pulso acelerado tras del muchacho que representa lo que el ha tratado de alcanzar durante toda su vida artística, y que aflora como un amor juvenil "semi-platónico", inalcanzable.

Realmente fin de una época. Decadente época. Bendita decadencia.
· Sinfonía nº 5 en do sostenido menor: Adagietto. Sehr langsam- Attaca.
Thomas Mann

jueves, 26 de agosto de 2010

· Voces


Un clamor se oculta bajo su frente tras las esquinas del pensamiento. Las voces hierven como en una olla a presión y el silencio brilla por su ausencia. Un tumulto de chiquillos juegan en su cabeza, mas no son niños cualquiera porque sus maléficos juegos engañan a su entendimiento. No quiere saber nada de esa cruel chiquillería que le atormenta, pero están ahí, martirizándole. Sus sienes supuran desasosiego que no le deja estar tranquilo en el pasillo de la desesperación. Mientras, la gente viene y va como hormigas en rebaño y se ve ajeno a lo que ve pasar. No se encuentra disponible en ese momento, como un teléfono al que llegan varias líneas y se entrecorta la comunicación.

viernes, 20 de agosto de 2010

· la cara oculta, la cara vista




Jamás he visto la cara oculta de tu alma, ni siquiera tapada con las manos de la cordura. Veo tu rostro nítido e íntegro sorprendiendo a mi frágil corazón, que quiere conocer tu limpidez. Te aplicas en hacerme ver lo invisible, brotando en tus ojos la claridad de tu ser, reconociendo en los míos la sencillez de mi deseo. Pero cuanto más quiero saber, mayor es tu insistencia, repitiéndome una y otra vez que la cara oculta de tu alma pena con mi desesperanza y no la puedo ver porque se esconde de un corazón dolorido. Sólo la cara vista es la aparición de la belleza en una sonrisa.

· Tom y Elis: ...un lujo a su alcance

Antonio Carlos Jobim y Elis Regina:
momento único.
Hay encuentros en la música que son afortunados, fructíferos y que todos veneramos y  recordamos de forma entrañable. Es el caso por ejemplo de la colaboración entre Louis Armstrong y  Ella Fitzgeral,  o el que nos ocupa hoy: Tom Jobim más conocido por Antonio Carlos Jobim y Elis Regina.

Ellos grabaron en el año 1974 un disco mayúsculo, con canciones de Jobin, también de Vinícius de Moraes, y Jobim y este último con Chico Buarque y Aloysio de Oliveira. Todas ellas enormes clásicos de la Bossa nova.
Si no fuera por la figura de Vinícius, hablar de "Bossa nova" sería tanto como hablar y decir "Jobim", ya que fue prácticamente el inventor y padre del "movimiento" y del estilo. De todas maneras no podemos olvidar la gran aportación de los sambistas brasileños que dieron pie y sustancia al genero.
Elis Regina de voz intensa, dulce y aterciopelada, murió como los mitos del Rock, de una sobre dosis de drogas, tranquilizantes y alcohol a los 36 años.
Estilo, poesía, desamor, sofisticación jazzy, cadencia vibrante, armonía serena y sencillez, equilibrio, mesura y música de altísimo nivel.
Un momento dulce y excelso de la música brasileña que no llegaría después a dar tanta calidad. 

viernes, 13 de agosto de 2010

· El canto del gallo


El breve canto del gallo precede a un largo día en el que cabe todo y ocupa nada. Tan corto es su clamor que se tarda más en explicar lo que es, que en escucharlo. Tan largo es el día que desde el alba va tomando forma con un buen café, hasta que llega la hora de bajar las persianas. Mientras tanto la luz omnipresente se ocupa de brillar para nosotros desde que se desperezó el gallo, sin inquietarnos demasiado la vuelta de su canto a la salida del sol. Esta es la señal de que estamos vivos después de soñar.

· Brahms: quinteto para clarinete op. 115


El quinteto para clarinete y cuarteto de cuerdas en si menor, op. 115 (1891) de Johannes Brahms es una de sus composiciones de cámara más importantes. La compuso para el clarinetista Richard Mühlfeld (al igual que Mozart componía para Anton Stadler); además comparte similitudes con el quinteto para clarinete kv 581.

Me parece una obra redonda de principio a fin. De una musicalidad que trascendente mas allá de su época. Innova dentro de la tradición. Avanza y profundiza con sobriedad en el más genuino temperamento de Brahms respecto a la obra de Mozart, pero mantiene los aspectos de la dulzura y melancolía que posibilita el timbre del clarinete y también un cierto aire sombrío.

Brahms cultivó con rigor y disciplina el legado de la música de cámara, para llevarla un paso más allá, en una época en la que a ésta se la consideraba como un género "secundario". Su obra camerística se reivindicó a principios del siglo XX (Schoenberg) y hoy día ocupa el papel fundamental que le corresponde.

· Traemos la obra en una versión distinta para cada movimiento:
I. Allegro


II. Adagio (versión para violín)


III. Andantino

IV. Con moto


· Alban Berg Quartett (sin pausas):

martes, 10 de agosto de 2010

· Aroma entrañable

En cuanto estoy delante de la puerta de casa me da un vuelco el corazón y al abrirla la emoción es más fuerte de lo que se pudiese imaginar. Ya estoy de vuelta. Espero un momento para aliviar el cansancio. Sigo mis movimientos hasta dejar la maleta en mi habitación e inspiro ese olor impregnado en cada rincón, que huele a toda una vida. En cada hogar se refugia un aroma peculiar que aviva recuerdos impresos en la memoria como cuando venía de vacaciones. Era un olor entrañable, que me abrigaba como una madre cuando ésta estaba ausente y me reconfortaba con su presencia tan familiar. Desgraciadamente ese olor se ha difuminado porque los que vivían en esta casa se han marchado. Sus colonias, el agradable olor a limpieza, las sábanas con su aroma de antaño... ya no existen. Se han volatilizado, pero eso no significa que no tenga personalidad mi casa. La tiene, y a cada paso que doy voy dejando mi rastro que nadie puede dudar que es único.

domingo, 8 de agosto de 2010

· Pintura, Literatura y Música de Oro

Juan de Pareja
Diego Velázquez1650
Óleo sobre lienzo - Barroco
81,3 cm × 69,9 cm
Museo Metropolitano de ArteNueva York, Estados Unidos

Los siglos de Oro fueron en España una época de "maravillas" y "prodigios" en todas las artes, mientras que, en contraste, la situación del imperio tendía hacia un declive paulatino y la España real cada vez se llenaba más de mendigos e hidalgos sin oficio ni beneficio. Hemos traído tres representantes, cada uno en su arte, de ésta época llena de génios:
LA DOROTEA (fragmento)
Lope de Vega
I
A mis soledades voy,
de mis soledades vengo,
porque para andar conmigo
me bastan los pensamientos.
No sé qué tiene el aldea
donde vivo y donde muero,
que con venir de mí mismo
no puedo venir más lejos.
Ni estoy bien ni mal conmigo,
mas dice el entendimiento
que un hombre que todo es alma
está cautivo en su cuerpo.
Entiendo lo que me basta
y solamente no entiendo
cómo se sufre a sí mismo
un ignorante soberbio.
De cuantas cosas me cansan
fácilemente me defiendo,
pero no puedo guardarme
de los peligros de un necio.
Él dirá que yo lo soy,
pero con falso argumento,
que humildad y necedad
no caben en un sujeto.
La diferencia conozco
porque en él y en mí contemplo
su locura en su arrogancia,
mi humildad en mi desprecio.
O sabe naturaleza
más que supo en este tiempo,
o tantos que nacen sabios
es porque lo dicen ellos.
"Sólo sé no sé nada",
dijo un filósofo, haciendo
la cuenta con su humildad,
adonde lo más es menos.
No me precio de entendido,
de desdichado me precio,
que los que no son dichosos
¿cómo pueden ser discretos?
No puede durar el mundo,
porque dicen, y lo creo,
que suena a vidrio quebrado
y que ha de romperse presto.
Señales son del juicio
ver que todos le perdemos,
unos por carta de más,
otros por carta de menos.
Dijeron que antiguamente
se fue la verdad al cielo;
tal la pusieron los hombres,
que desde entonces no ha vuelto.
En dos edades vivimos
los propios y los ajenos;
la de plata los extaños

y la de cobre los nuestros.
¿A quién no dará cuidado,
si es español verdadero,
ver los hombres a lo antiguo
y el valor a lo moderno?
Todos andan bien vestidos,
y quéjandose de los precios,
de medio arriba, romanos;
de medio abajo, romeros.
Dijo Dios que comería
su pan el hombre primero
en el sudor de su cara
por quebrar su mandamiento,
y algunos, inobedientes
a la verguenza y al miedo,
con las prendas de su honor
han trocado los efetos.
Virtud y filosofía
peregrinan como ciegos;
el uno se lleva al otro,
llorando van y pidiendo.
Dos polos tiene la tierra,
universal movimiento:
la mejor vida, el favor;
la mejor sangre, el dinero.
Oigo tañer las campanas
y no me espanto, aunque puedo,
que en lugar de tantas cruces
haya tantos hombres muertos.
Mirando estoy los sepulcros,
cuyos mármoles eternos
están diciendo sin lengua
que no lo fueron sus dueños.
¡Oh, bien haya quien los hizo,
porque solamente en ellos
de los poderosos grandes
se vengaron los pequeños!
Fea pintan a la envidia,
yo confieso que la tengo
de unos hombres que no saben
quién vive pared en medio.
Sin libros y sin papeles,
sin tratos, cuentas ni cuentos,
cuando quieren escribir
piden prestado el tintero.
Sin ser pobres ni ricos
tienen chimenea y huerto;
no los despiertan cuidados,
ni pretensiones, ni pleitos;
ni murmuraron del grande,
ni ofendieron al pequeño;
nunca, como yo, firmaron
parabién ni pascua dieron.
Con esta envidia que digo
y lo que paso en silencio,
a mis soledades voy,
de mis soledades vengo.
(1632)

viernes, 6 de agosto de 2010

· Un cosquilleo

A tientas busco la paz y la palpo en la caricia del aire que sopla, igual que vuelan pompas de jabón.
Su levedad me abraza cuando tus labios callados invitan al saludo de mi sonrisa, y sacas lo mejor que hay en mí: cariño y dulzura que se mece en nuestro recreo, como un columpio empujado por niños que juegan a volar, a lanzar las piernas al cielo, a reír sin mesura, sintiendo un cosquilleo en el estómago cuando su cuerpo se levanta del suelo. Como mariposas que revuelan en el vientre cuando estoy enamorada, como cuando dices que me quieres. Verdaderamente encuentro así la paz deseada, sentada en el balancín que ocupa la felicidad, ese que de cuando en cuando se alía con el sosiego.

lunes, 2 de agosto de 2010

· Un verano irrepetible...

La Gibson de Eef en un momento de Clem Snide en Sevilla (Gentileza de Edu)
A estas alturas del verano, echamos la mirada atrás, y recordamos los conciertos de pop que hemos tenido la fortuna de ver recientemente. Generalmente estos se amontonan casi sin respiro a comienzos del verano sevillano. Éste año han sido especialmente equilibrados..., al menos para nuestro gusto y disfrute, y porque sintonizan en buena medida con nuestras apetencias.
Mark eitzel en el patio de la escuela de comercio (Sevilla)
Quizás halla sido fruto de la casualidad. Lo que sí es verdad es que nos hemos reencontrado con veteranos que recobran momentos de gracia e inspiración como han sido las visitas de Eef Barzelay (Clem Snide), Fernado Alfaro (Alienistas), Mark Eitzel o Lloyd Cole ¡¡Ahí es nada!!; cada uno fruto de una iniciativa distinta (Sala MalandarCicusNocturama).

También nos ha dado lugar a conocer nuevos artistas que se desmarcan de modas pasajeras, y que han supuesto un estimulante incentivo. Así es el caso el caso de la singular voz y personalidad de la americana Emily Jane White, una de las voces más sugerentes, de textura y aptitud semejante a Liz Durrett o Alela Diane; o el magnífico y divertido directo de los suecos Hellsongs que ofrecen un plus a sus discos, enriqueciendo aún más sus excelentes versiones de clásicos del Heavy, hechas con el más exquisito respeto. Incluso nos sorprendimos con la propuesta novedosa e impecable habilidad de Hyperpotamus. Agradecimiento que se debe a los organizadores del Cicus (Universidad de Sevilla), y en parte al buen criterio del incansable y perseverante Rafa López (Green Ufos / Southpop) y de los responsables del Nocturama al depositar en él las labores de programación (con la mitad del presupuesto de otros años).
Esto ha sucedido a pesar del descuelgue (al parecer definitivo), de la programación del Teatro Central, que aunque nos ofrecieran actuaciones como las de Divine Comedy, Damien Jurado o Thindersticks, no se han caracterizado por su olfato a la hora de rastrear lo más pertinente para cada ocasión. No hay que gastarse grandes sumas en traer a artistas de alto caché, cuando hay excelentes grupos y solistas en el momento de frescura y oportunidad idóneos. Y obviando el Territorios, porque lo que nos podía gustar de éste (Thindersticks de nuevo), los han traído en el momento en que menos interés tienen.
Enhorabuena por lo agradable de los sitios y lugares escogidos para las actuaciones, ideales para las noches de verano en nuestra ciudad y que suponen una comodidad y aliciente en contraposición con los incómodos y empachosos festivales de verano. Y gracias nuevamente a estas iniciativas por alejar y desengrasar, aunque sea puntualmente, la oferta más macarra y facilona del verano en pro de estas propuestas más intimistas. Para que no cunda la resignación, y podamos ver conciertos en nuestra ciudad de la gente que realmente nos motiva.
En fin; que ojalá disfrutemos en años venideros de las circunstancias favorables que han propiciado la estupenda cosecha de este verano sevillano de 2010.
Nos Visitaron...

domingo, 1 de agosto de 2010

· Canción de Luna


Ondina repliega las olas con su cuerpo plateado. Merodea por las rocas escarpadas que albergan la morada de su amado. Chapotea alegremente a la luz de la luna, bañándola con su resplandor, reflejando en las aguas las escamas de su lomo. Verde luna y ancho mar en un sereno cielo que se empeña en hacerla brillar.

La sirena se estremece con el canto de su amado, que se mezcla con el murmullo de las olas. La voz de pescador acaricia a Ondina, que se abandona al placer esperado, y vierte en ella su canción de luna al contarle al oído el verso de la calma de la noche.