jueves, 22 de abril de 2010

· Aullidos en la noche


Absteneos de despertar a quien no lo quiera. Echad a dormir, perros de montes, ya que escucho vuestros lejanos aullidos que me despiertan como gemidos de plañideras. Si la luna acaricia vuestro lomo me acurrucaré pronto y ya no tendré desvelos. No dejeis que vuestro lamento se escuche en lontananza y haced que mi descanso cercano se acurruque entre sábanas blancas, donde hay cabida al descanso. Evitad que mi sueño se torne dolorido y dulcificad con vuestro silencio mi reposo.Solo así me hareis feliz, aunque el halo de Selena os despierte en noches oscuras.

1 comentarios:

José Manuel Guerrero C. dijo...

Ole las cosas bien escritas. Me quitó el sombrero ante la excelencia.
El sueño reparador es la única vitamina que necesita el alma para sentirse renacer.

Ps: Joven durmiendo de Jan Vermeer. ¡Vaya categoría!. Tienes el blog que da gusto pasarse por él. Besos a los dos.

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