martes, 19 de enero de 2010

· White Rosary

Esta canción siempre me ha conmovido. Incluso antes de conocer la letra me transmitía un sentimiento de hondura y dolor. Una tensión que se desborda en liberación y entereza. 


Pertenece a un disco de Mark Eitzel ("Atrapado en una trampa y no puedo volver...") intimista y acústico, pero a la vez soberbio y vibrante. En esta ocasión estaba acompañado no por su grupo señero de costumbre American Music Club, sino por gente tan solvente como Steve Shelley baterista de Sonic Youth, el bajista James McNew de Yo La Tengo y el guitarrista Kid Congo Powers que pasó por bandas como los Gun Club, The Cramps o Nick Cave and The Bad Seeds.


"Un Rosario Blanco"

Hace calor y hay humedad, pero la lluvia no cae
Truenos, pero la lluvia se ha quedado atascada
Y el viento sopla fresco y húmedo
Y huele como la gripe al apoyar una mano fría en la frente
Un descanso en lugar de una cura
Y el I-280 con las luces de carretera encendidas
Y puedo sentir como se acelera

La adversidad es lo que compraste
Por lo que nunca serás juzgado
La tormenta sólo se cierne sobre los tontos
No pueden o no quieren

Una niña con un rosario blanco
Plegarias al cielo para llevársela
De la trampa que la vida resultó ser
Y de la ilusión que sólo quería ver a Jesús
Porque estas condenado por las cosas que no se ven

Un aviso socaba su vanidad
Una fortaleza perdida en el parpadeo de la incredulidad
Un poema que no puede contener sus horribles rimas
En la sombra, como un ladrón ahora

Camina con cuidado
Y tranquila
Dondequiera que vaya
El trabajo secreto de un espía
Así que nadie va a ver o saber

Una niña con un rosario blanco
Llamadas al cielo para llevársela
De la trampa que la vida resultó ser
De la ilusión que sólo quería ver a Jesús
Fue condenada por las cosas que ella no podía ver.
(Traducción personal)

Mark Eitzel "Caught In A Trap And I Can't Back Out 'Cause I Love You Too Much, Baby" (1998 Matador Records)


· Info sobre el nuevo disco de Mark Eitzel "Klamath"

2 comentarios:

José Manuel Guerrero C. dijo...

La música ya la conocía, pero te puedes imaginar que no tenía ni papa de la letra. Me ha dejado conmocionado, simplemente es eso. Recuerdo tan bien la última época en la que estuve escuchando este trabajo de Eitzel, que esta canción, tan dolorosa y trascendente, me sabe ahora a premonición.
Denos usted más regalitos de estos, que está uno para sopitas de la abuela y pocas cosas más.

Abrazos

Locuaz dijo...

Es cierto. Hay un momento para cada cosa, y ahora toca envolverse en estos misterios. Se reconforta el espíritu.

He puesto en las listas de Blog el de Mark Eitzel, creo que merece la pena pasarse por él.

Abrazos.

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