sábado, 20 de marzo de 2010

· Bach: La pasión según san Mateo


  Bach es siempre un estímulo. Y especialmente para los que se acercan y escuchan su música por vez primera. Su pureza formal unida a su emotividad latente es, desde la época de Mendelssohn hasta nuestros días, de gran atractivo y fascinación para los jóvenes con el oído despierto. 
 Una de las grandes “revelaciones” que tuve en el descubrimiento de la obra de Bach, fué sin duda con su gran Pasión. La sensación  que me produjo permanece aún hoy, acrecentada,  en vías de asentamiento como un eje que se afianza, y fue un sentimiento (entre otras matizaciones relacionadas con la admiración de la belleza) que me embargó de lleno al presentir  la enorme trascendencia de esta obra. La encarnación artística de la mejor y más noble dimensión del hombre.

 La versión elegida para esta ocasión, es también de grato significado y reconocimiento, puesto que era la que año tras año se nos presentaba durante la Semana Santa en el programa "Clásicos populares".

Cristo crucificado (Detalle)
Diego Velázquez, 1639
Óleo sobre lienzo - Barroco
249 cm × 170 cm
Museo del Prado, Madrid, España
En su lúcido análisis de la obra nos dice Alfonso López Quintás: “…Juan Sebastián Bach es una figura de encrucijada.  Está bien asentado en el orden clásico y se abre decididamente a la expresividad moderna; irradia serenidad y sorprende por su imponente energía; procede con el rigor de un  matemático y ahonda en la realidad humana con la penetración de un espíritu místico; ama ardientemente la vida y considera la excelencia del Ser Infinito como canon de autenticidad.
No sin razón volvemos siempre a Bach, y en la edad madura encontramos en su obra un lugar de reposo espiritual, un hogar. Hogar-“focus”- era para los latinos el lugar donde arde el fuego. En la escuela del Cantor de Leipzig aprendemos a unir el amor sincero a la obra de arte bien lograda y el ardoroso cultivo de la más alta belleza.”

DESCENDIMIENTO  Roger van der Weyden
(Detalle)
Ramón Andrés nos comenta sobre la raíz filosófica: "Acaso en la Pasión según san Mateo se cristalice aquel Bach del que hablaba enfáticamente Ígor Stravinsky, esto es, el músico barroco que diluyó en el sonido las formas del dolor y el conocimiento humanos. Cuando el 11 de marzo de 1829 Felix Mendelssohn  dirigió el que se tenía por entonces como primer centenario de la primera interpretación de la obra –una primera versión fue escuchada ya el 11 de abril, Viernes santo de 1727, en la iglesia de Santo Tomás-, empezó a abrirse paso una música que nombraba el mundo y los sentimientos en toda su desnudez, un universo que, al igual que la realidad física, sucedía simultáneamente, un acorde capaz de poner en concierto la materia y el alma, como se expresa en las páginas del Timeo platónico. Esto es lo que ha maravillado a un compositor contemporáneo como John Cage: que en Bach todo se produzca “a un mismo tiempo”, el nacimiento y la muerte, la fusión del microcosmos y el macrocosmos, el sonido y el silencio. Sin duda, cada vez tiene más sentido la opinión de quienes han referido que el Kantor de Leipzig fue más determinante para la música del siglo XIX que para el devenir de este arte en el XVIII.”

Como no podía ser de otro modo y previo a las fechas de la celebración de la Pascua de Resurrección, traemos esta obra, que más allá del sentido religioso, es un legado artístico fundamental patrimonio de la Humanidad.

  Ficha audición-vídeo:
-   La pasión según san Mateo - BACH BWV244
-   Dirección: Karl Richter
- Orquesta y coros: Münchener Bach-Chor y Münchener Chorknaben (Chorus Master: Fritz  Rothschuh) / Münchener Bach-Orchester

Tenor [Evangelista]: Peter Schreier; Bajo [Jesus]: Ernst Gerold Schramm; Bajo [Judas, Pedro, Caiaphas, Pilatos]: Siegmund Nimsgern; Soprano [Arias]: Helen Donath; Contralto [Arias]: Julia Hamari; Tenor [Arias]: Horst Laubenthal; Bajo [Arias]: Walter Berry
- Fecha: mayo 1971

Enlaces:
-          Texto/libreto: - El Atril     /     - Kareol
-         Análisis:
        - (Musical y Audición): CORAL INICIAL
        - Comentario religioso: "Una experiencia estética y religiosa decisiva"
            (Alfonso  López Quintás)
              - Raíz filosófica:  pasionsanmateo (Ramón Andrés)
-        Autor/obra: Bach  /  Matthäuspassion  /  Bach-cantatas
A     Pintura: Cristo Crucificado Diego Velázquez (1639) /  DESCENDIMIENTO  Roger van der Weyden     (Tournai, 1400 – Bruselas, 1464)

3 comentarios:

José Manuel Guerrero C. dijo...

La interpretación de Richter dirigiendo la orqueta de Munich debe ser de las últimas que se interpretaron bajo la no forma "Historicista" que empezó a poner en solfa entre otros, Trevor Pinnock, Philippe Herreweghe, etc. A mi me gusta esta Pasión, por contundente y germánica. Sabes bien de mi "pasión" por esta música, y que la tengo en tan alta estima que bien podríamos decir " A cristo por Bach" en vez de "A Cristo por María".
No hace falta encontrar un motivo religioso en la música para darnos cuenta que estamos ante una catedral sonora que traspasa el tiempo. Ahora bien, no hay que perder de vista el motivo por el que Bach compuso esta Obra. Perderiamos de vista su alma.

Saludos.

Locuaz dijo...

Desde luego que una obra maestra como esta tiene que tener un sólido armazón de fe plena. Creo que eso es lo que precisamente la hace tan impresionante.
Ahora los artistas son muy celosos de su libertad creadora y demás veleidades, pero el oficio del Kantor de la iglesia de s. Tomás, era pleno en cuanto que la fe, la obligación, el trabajo, la creación artística se conjugaban todo en uno. Una realización plena.

Es mi manera particular de celebrar la pascua. Otros lo harán procesionando. Cada uno es libre de hacerlo como lo sienta. Prefiero el recogimiento apartado de las multitudes.

En este caso también lo he hecho pensando en la titular del blog, que no se encuentra en un buen momento.
Rezo para que mejore.
Gracias amigo.

airun dijo...

Sobre la gran Passion de Bach
¿Qué puedo decir?... pues que de lo bueno, lo mejor y de lo mejor lo superior. La pasión S. San Mateo de Bach es una cumbre de la humanidad, no sólo de la cultura occidental, sino que es una obra patrimonio de la humanidad con independencia de culturas y credos.
Su motor de inspiración es por supuesto la fe. Su repercusión, más grande que cualquier tratado de teología.

No hay una sola vez que escuche los bellísimos pasajes, las sublimes arias, y por supuesto el coro final, sin sentir un estremecimiento al pensar en la envergadura de la conjunción entre fe y genio, y ya van siendo años desde que me inicié en la contemplación de este monumento.

Como decía Carmen Martín Gaite: “Para llegar al milagro hay que pasarse mucho tiempo no entendiendo nada”.

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