sábado, 13 de noviembre de 2010

· Adios a Berlanga

El Verdugo (1963)
Luis G. Berlanga
Desaparecen las últimas glorias de la Edad de Oro del Cine Español.
Hoy nos ha dejado uno de esos nombres que perdurará, como los que tuvieron el don de tomar la distancia suficiente para calarnos como pueblo  y de sabernos retratar tal y como somos. Valiéndose de una cámara, nos ha radiografiado como pocos han sabido hacer a lo largo de nuestra historia (Cervantes, Unamuno, Ortega, Velázquez…). Sus armas: el humor, negro para más señas, y una inteligencia de olfato portentoso que supo entrever y afinar donde otros pasaban de largo, creyendo que sólo se trataba de vulgaridad y populacho.
A esta desaparición se une también, la desazón que produce que una casta irrepetible con nombres como López Vázquez, Manuel Alexandre, Fernando Fernán Gómez,... en la interpretación, nos hallan dejado recientemente.
Un cine el de Berlanga lleno de primerísimos secundarios que conformaban el coro de sus películas. "La Vaquilla", por ejemplo, es un prodigio del plano-secuencia coral que da a la acción un ritmo vivo y fluido sin que se pierda ningún rasgo o detalle de cada personaje. Película por cierto en donde no se da ni un solo tiro. Estamos todos retratados en esa vaquilla (España), que muere sin alimentar a ninguno de los bandos y en tierra de nadie, mientras los enemigos de siempre transformados en buitres se reparten sus despojos.
Rafael Azcona
Las mejores películas de Berlanga las hizo con Rafael Azcona (otra gran pérdida), hombre que tenía la capacidad de “escuchar” todo cuanto le rodeaba, de tomar nota de lo que para otros resultaba insignificante y que él seleccionaba y engrandecía en sus guiones. Siempre iba y venia en autobús  a su casa del Paseo de la Habana donde escuchaba las conversaciones de la gente. Era Azcona de los que reivindicaban el oficio frente al arte, aunque sobresalía en su oficio.
Berlanga hace de la necesidad virtud. Es lo que convierte muchas veces el talento en genialidad, al menos él, en la época que le tocó vivir, lo hizo realidad.


"Madre en la puerta hay un niño,
más hermoso que el sol bello,
tiritando está de frío
porque viene casi en cueros."
"Pues dile que entre,
se calentará
porque en esta tierra
porque en esta tierra
ya no hay caridad
ya no hay caridad.(...)"

Villancico popular.

5 comentarios:

José Manuel Guerrero C. dijo...

Tan sólo en un pequeño plano de "Plácido" encontramos más talento creativo, artístico y profundidad cinematográfica que en todo el cine español actual.

Sinceramente -para ir al grano-, creo que la grandeza del cine de Berlanga se debe a que la hambrienta sociedad a la que magistralmente coloca el zoom, (a pesar de la censura, o más bien gracia a ella) era mejor, ni más ni menos, más decente.

¿A qué director de cine actual se le ocurre cerrar con un estremecedor villanco una película, si hasta la Navidad empieza a estar prohibida por ley en los colegios?

Locuaz dijo...

¡Lo que hemos perdido en el terreno de la convivencia!
La necesidad y la escasez, la buena vecindad, las fatigas, hacían de este pueblo una piña mucho más humana, que la deriva en la que nos hemos convertido hoy.
Aquello de: "dale a un pobre dinero y se convertirá en un imbécil". Trasladado a la evolución de los años 50 hasta ahora, es así.
Del apoyo colectivo, hemos pasado al egoísmo individual. Al descreimiento absoluto.
Éramos el país de la piedad, la misericordia y la mala leche. Ahora sólo lo somos de la mala leche y la blandura moral.

José Manuel Guerrero C. dijo...

Hace poco le leí a alguien decir que la leve censura franquista (no fue para tanto como la pintan algunos) participó de forma directísima – y sin saberlo- en la creación de una generación de artistas, pintores, escritores, etc., que gracias a Ella (la censura), forjaron una esplendida perspicacia y astucia para torear a los inquisidores y ponerles incluso, un par de banderillas.

El arte necesita por lo general de una cierta rebeldía dirigida al Poder para poder transgredir, y con ello, enseñarnos los recovecos de la naturaleza humana.
Los artistas de nuestros días, están, la mayoría subvencionado, comprados por el poder, corrompiendo su libertad, amenazando, por consiguiente, su genialidad.
Nadie contraviene hoy en día al Poder, saben, que les costaría sus lentejas.

¿Cuándo había más censura pues..?

José Manuel Guerrero C. dijo...

¡Anda coño!, que hacen befa y escarnio de la Iglesia para hacer como que atacan al Poder....jijij, es que son la poya de tontos.

Locuaz dijo...

Evidentemente el mejor cine anti-franquista se ha hecho precisamente en la época de Franco. Es donde Berlanga realizó sus películas más logradas.
Volvemos a aquello de que contra Franco vivíamos mejor.

Agradecemos los de "Vericuetos", la deferencia de este hermanamiento bloguero con el “Naufragio”, que por otra parte es permanente como tu bien sabes.

http://diariodeunnaufrago-bate.blogspot.com/2010/11/normal-0-21-false-false-false-es-x-none.html

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