martes, 11 de mayo de 2010

• Dos sensibilidades: Haydn Concierto para Violonchelo No. 1 en Do mayor

El concierto que nos ocupa del gran Joseph Haydn, es una de esas obras que como dice nuestro amigo Bate, todo violonchelista que se precie debe estar agradecido por haberle dado al instrumento un nivel de expresión tan elevado. De hecho es una de las obras imprescindibles del repertorio para chelo.

“El Concierto para violonchelo y orquesta n.º 1 en do mayor, Hob. VII B1, fue compuesto por Joseph Haydn entre 1761 y 1765 para Joseph Weigl, destacado chelista de la orquesta de Esterházy que dirigía Haydn. Este concierto se creía perdido hasta una fecha tan reciente como 1961, cuando apareció en el Museo Nacional de Praga, entre diversos documentos pertenecientes al Castillo Radenin.
Como en otras obras compuestas para Weigl, se le exige al solista un gran virtuosismo. Las cadenzas del primer y segundo movimientos no son originales del compositor; normalmente, el chelista toca cadenzas de compositores anónimos del siglo XVIII u otras compuestas después de 1961.” (fuente Wikipedia)

Disfruto especialmente con el moderato y sobre todo con el adagio. Este último es de una expresividad maravillosa. Elegante, sereno e intenso a partes iguales. Creo que es aquí donde el chelo trasciende a su papel de instrumento y se transforma en una vibración paralela al alma del intérprete. Casi como la voz más expresiva.  Su  equilibrio formal, su tempo, su tersura, tiene un efecto sobre el espíritu que me produce una inclinación inconsciente hacia lo bueno y lo noble del ser humano. Perfección imperecedera que plasma el espíritu del clasicismo de manera soberbia y delicada,  proyectado a la inmortalidad.

Para la ocasión traemos a dos intérpretes geniales. Rostropovich alcanza su dimensión en el adagio, donde su ejecución brilla con maestría en el tempo lento. Jacqueline du Pré despliega un nervio y apasionamiento que han hecho de su  forma de abordar este concierto una referencia imborrable.

5 comentarios:

José Manuel Guerrero C. dijo...

Qué violoncellista se nos fue con Du Pré.
Que pena que muriera tan joven.
Me quedo con ella en todo, incluso en el concierto de Haydn.
Gracias por la referencia a mi blog.

Saludos chaparroneros -que no chipionero- de mayo.

Locuaz dijo...

La verdad es que la interpretación de Du Pré es exquisita. No sé si será su sensibilidad femenina o su sensibilidad de artistaza. Es una intérprete irrepetible.
Ahora quizá se tenga en conjunto más técnica, pero esa emoción llena de comprensión a la obra con que nos regaló esta mujer es un verdadero regalo para los oídos.

LOKOPORMUSICA dijo...

podriais ayudarme diciendome que instrumentos participan en esta obra???

José Manuel Guerrero C. dijo...

Lokoporlamusica: Los instrumentos de una orquesta de cámara.

Anónimo dijo...

Es todo muy bonito , y real .

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