domingo, 8 de mayo de 2011

· El exquisito estilo POP de Neil Hannon: Divine Comedy

Hemos visto a Neil Hannon rodeado tanto por una gran orquesta con brillantes y excelentes arreglos, cómo  en su versión de grupo pop más o menos amplia. Sin embargo creo que cuando sus canciones se muestran en su forma más desnuda y esencial, éstas brillan a las claras como composiciones perfectas: 
Su música tiene ese toque mezcla de distinción y vodevil lleno de encanto, además de una capacidad poco común para combinar estilos diversos con maestría. 
Otro aspecto de Hannon que merece valorarse, y más aún con los tiempos que corren, es su integridad y coherencia: en ningún caso ha renunciado a lo largo de todos estos años de deleite, a su raíz pop. Ha evolucionado, sí, pero consecuentemente. Ahora si acaso el carácter de gentleman se ha acentuado: su compostura educada y nada arrogante.
  Teniendo unas capacidades vocales como para ser considerado un crooner, más en una línea actualizada a lo Scott Walker o Nick Drake, ha tenido siempre muy claro que su baza mayor está en la composición de canciones pop con mayúsculas. Ha conseguido arropar  maravillosamente éstas, orquestándolas sin que nos suenen pretenciosas, enriqueciendo y llevando el pop a su máxima elegancia.

· Tenemos la oportunidad por segunda vez en nuestra ciudad de verlo en un escenario. Será el dia 21 de mayo en Territorios Sevilla, no debemos de dejar pasar la ocasión.

· Su último trabajo: Bang Goes The Knighthood (2010, The Divine Comedy Records)

+ De The Divine Comedy en Vericuetos: · REGENERACIÓN

6 comentarios:

Anónimo dijo...

bueno, hay algun disco a mi entender que si suena pretencioso. Magica, preciosa y monumentalmente pretencioso, con esa orquesta a tutti plain. Pretencioso en el sentido musical claro. pero debe serlo para alcanlar la grandiosidad que se busca. en fin que me hago lapicha un lio.

saludiños
edu

Locuaz dijo...

Buena definición Edu: “Mágica, preciosa y monumentalmente pretencioso”. Porque en la música de Hannon hay también una expresión de teatralidad hiperbólica, de exceso de dramatización (muy ingles por cierto en la sátira inglesa decimonónica), de comedia grotesca (valga la repetición), que está presente en las orquestaciones con algunos momentos casi circenses, y que dan una amplitud en el registro dramático enorme a su música. Ambientes así impregnan discos completos como por ejemplo “Casanova” (1997). Desde luego una faceta importantísima de the Divine Comedy.

Edu gracias por pasarte y por tu acertado comentario.

José Manuel Guerrero C. dijo...

Edu lo has clavado, miarma: "Pretencioso en el sentido musical, claro. pero debe serlo para alcanzar la grandiosidad que se busca"


RAE: pretencioso, sa.

1. adj. Presuntuoso, que pretende ser más de lo que es.
__

Para mí, Neil Hannon , hace bien marcándose un toque cargado de pretenciosidad, qué coño, es decir, a veces, la única fórmula para aparentar que somos más de lo que verdaderamente representamos consiste en tirar por el camino de la soberbia. Así, sin complejos. Una vez allí, podremos comenzar a limar las asperezas, pero lo importante, es llegar.

Yo también me hago la picha un lio..., creo.

Morat, me quito el cráneo con esta entrada.


Abrazos para todos, todas.

Locuaz dijo...

Si señor: uno debe “pretender” lograr el fin; si no sobradamente, al menos dignamente. Lo que da “el cante” (aquí en un sentido distinto al contexto...,o no), es vender más de lo que se aparenta; es decir: el “pacotillismo” (de pacotilla).
Hannon para el particular va más que sobrado. Pretende y consigue. De todas maneras a medida que han ido pasando los años, su estilo se ha transformado más bien del exceso a la ironía. Quizá también en una finura más amable, más clásica, a la manera de entender los matices y las formas. Yo también me hago la picha un lio.

Batecado: siempre he querido que las entradas sean meras excusas para esto, es decir: para el contraste de la opinión de vosotros que a la postre es lo más interesante.

Locuaz dijo...

Se han perdido en mi opinión dos valiosos comentarios :(

Locuaz dijo...

Cuando colgué esta entrada, no sabíamos como se iba a presentar Neil Hannon el pasado sábado en "Territorios". Lo hizo precisamente acompañándose sólo del piano (de cola) y de la guitarra acústica. No eché de menos mayor arropamiento instrumental. Hannon se encargaba de recrear brillantemente un repertorio de clásicos, salpicando con simpatía irlandesa, sentido del humor, y elegancia señorial. Fue un concierto para no olvidar como decía mi amigo Jesús, que disfrutamos en una magnífica noche sevillana de mayo en el escenario con más encanto del monasterio.
En el "territorio" de éste año vimos quien queríamos ver y las circunstancias acompañaron. Hay opiniones para todos los gustos. Ya se sabe. Mi amigo Edu comenta, con razón lo siguiente:
"Me parece interesante los comentarios sobre el propio festival y sobre los escenarios.  Incluso las suposiciones sobre tal o cual decisión sobre las políticas municipales de cultura.
Lo que me fastidian de los comentaristas es cuando expresan su gusto propio sobre los conciertos en si. Queda claro que grupos son los que le gustan o no al sr Blas, pero no sobre la calidad técnica o de sonido de cada concierto.
DEBERIAN FUSILAR A LOS CRITICOS DE ARTE."

Disfrutamos y compartimos que es de lo que se trata.
 

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