jueves, 15 de octubre de 2009

· El hechizo

Gotas de rocío resbalan por mi pecho, pues flor nocturna soy, convertida en mujer cuando despierta el alba.

Como flor bajo la luna, ofrezco mi cáliz, que promete néctar a quien apetezca. Como mujer bajo el sol, con un beso me muestro misteriosa, cual flor menuda y exigente.

Escucho tu corazón, que no comprende mi hechizo nocturno y busca la verdad de mi hermosura. Pero cuando me ves en flor desapareces con tu duda, sin saber cual de las dos caras es la más bella, si la mujer de día o la flor de noche.

1 comentarios:

Locuaz dijo...

Toda mujer encierra un precioso secreto. Es algo maravilloso que no está en la superficie. Quizás esté en el alma de esa flor...

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